Nacida en Thornton (Reino Unido) el 30 de julio de 1818, en el seno de una numerosa familia capitaneada por un párroco anglicano y permeada por un fuerte espíritu artístico, recibiría de su hogar las influencias que la llevaron —a ella y a sus hermanas Charlotte y Anne— a volcarse en la literatura.
Durante su juventud trabajará como institutriz en Nueva Escocia, para marchar posteriormente a Bruselas a ampliar sus estudios. Sin embargo, la nostalgia, sus problemas de salud y el fallecimiento de su tía la harán regresar al hogar familiar. Su aislamiento social contribuyó al desarrollo de sus inquietudes literarias, publicando en 1846 un volumen de poemas junto a sus hermanas; además de Cumbres borrascosas (1847), su única y excepcional novela.
Habiendo sido considerada con posterioridad por la crítica literaria como una de las mejores poetas de Inglaterra, Brontë fallecería prontamente, en 1848, a consecuencia de la tuberculosis, dejando como legado una escueta pero profunda e intimista obra.